PROCLAMA EDUCATIVO EVANGELIZADORA
PROCLAMA EDUCATIVO EVANGELIZADORA
Equipo de pastoral Colegio PS 28 SAN RAFAEL DE LOS HERMANOS MARISTAS.
NUESTROS PRINCIPIOS Y HORIZONTES
CREEMOS EN DIOS:
CREEMOS en Dios Misterio que se nos revela desde las claves del encuentro y el diálogo.
Ese Dios Padre-Madre que desde el principio comunica Vida; que busca siempre entablar conversación con el corazón humano; y que ofrece una Alianzas de liberación a cada pueblo y comunidad oprimida.
CREEMOS en Dios Peregrino, que puso su carpa en medio de nuestra frágil humanidad, y desde las periferias del mundo, se hace gesto y palabra de Vida en Jesús de Nazaret.
Ese Jesús que, siendo hijo, discípulo y siervo, sabe mirar y escuchar desde abajo;que se hizo hermano y amigo, tendiendo la mano, sosteniendo el abrazo.
Ese Jesús, maestro y profeta, que cruzó fronteras y amplió mesas, para sentarse a convidar el pan del Reino que YA está, aquí y ahora.
CREEMOS en Jesús, rostro humano de Dios Presencia, que nos invita a vivir con Él.
Presencia siempre abierta, disponible, acogedora, que desborda de gratuidad.
Presencia que se hace llamada, opción y huella, porque apela a nuestra libre respuesta.
CREEMOS en el Dios que ama a los jóvenes, que se interesa por sus pasos, ese Dios compañero que seduce desde la cercanía y amistad para que cada niño, adolecente y joven escuche su llamado.
CREEMOS en Dios Espíritu, que recrea constantemente la Vida, y convoca a nuevas alianzas para respeto y cuidado de nuestra Dignidad y la Casa común.
Espíritu que nos reúne en comunidad de discípulas y discípulos de Jesús.
Espíritu que nos hace testigos del Reino para anunciarlo y construirlo en
todo lugar.
Espíritu que nos congrega como Iglesia-Comunidad, rostro de la Presencia
viva de Jesús.
Esta es nuestra fe, que cantamos y contamos mientras hacemos experiencia de Dios Misterio.
Somos Iglesia-Comunidad-Marista que descubre a Dios en las niñas, niños y jóvenes: en sus voces, y también en sus silencios, percibimos la invitación de Jesús, a seguir empujando el Reino, desde abajo, sin ruido, al estilo de María.
Cultivando encuentros en clave de fraternidad y generando diálogos sinceros hacemos nuestro aporte de humanizar el mundo con aroma de Evangelio.
ADHERIMOS A UN MODO DE COMPRENDER LA CULTURA:
Queremos mirar la cultura de forma lúcida, empática y creyente.
Una mirada lúcida es una mirada consciente de nuestros "mapas" interiores y concepciones, que por tanto los valora y a la vez los relativiza, y se deja sorprender, cuestionar y enriquecer por nuevas perspectivas diversas para evitar la tendencia a descalificar o a idealizar la cultura. Con una mirada crítica, consciente de que existen estructuras rígidas por momentos in-cuestionadas, pero que necesitan ser revisadas y re significadas.
De forma empática para ser capaces de sentir y comprender las cosas que vive el mundo actual; significa sentirnos parte, dejar que nos duelan y nos alegren sus vivencias, comprender sus heridas, celebrar sus avances.
Con mirada creyente, porque creemos, fundamentalmente, que el Espíritu habita en las culturas. Dios no se deja "poseer" ni se identifica con una sola cultura. Más bien siembra su Presencia (a modo de semillas) en todos los grupos humanos. Por eso, quien pretende "educar" en una cultura debe, ante todo, reconocer en ella la Presencia de Dios.
QUEREMOS CAMINAR HACIA UNA ESCUELA:
Que comprenda su misión de modo más realista, fecunda y convocante, buscando nuevos modos de comprenderse en la sociedad, renunciando a la omnipotencia de creer que toda integración y promoción social depende de ella, a la vez que valorando su rol de "taller de ciudadanía", y su posibilidad de gestar caminos de inclusión. Que desarrolle los conocimientos, valoraciones y habilidades que permitan a cada persona sentirse, a la vez, heredera, responsable y constructora de la sociedad a la cual se pertenece.
Que expanda su concepción del "saber", abarcando los aspectos intelectuales y artesanales, los bagajes culturales; lo racional, lo emotivo-corporal y lo contemplativo; lo científico y lo mitológico, la memoria y el sueño, la indagación y la creación. Bucear en el saber, desde esta perspectiva, puede ser una experiencia fascinante, capaz de superar cierta monotonía ligada a la simple reproducción de conocimientos.
Que reconoce la reciprocidadcomo don y tarea, haciendo de sus educadores y educadoras sujetos cada vez más sensibles a las enormes oportunidades y desafíos que implica el acto educativo como posibilidad de intercambio. Valorando al adulto maestro como autoridad, facilitador y transmisor de aprendizajes, pero
comprendiendo que la educación es fundamentalmente un encuentro donde todos pueden ser enriquecidos. Además, cultivando una nueva mirada de las etapas vitales y de la cultura, que se plasme en una auténtica contención, confirmación y acompañamiento de todos, una genuina valoración del aporte generacional de niños y adolescentes y una currícula abierta a la riqueza de cada grupo social.
Que humanice sus dinámicas institucionales apostando a un modo más transparente y dialogal de consensuar las visiones y atravesar los conflictos, tomando como marcos de referencia la realidad de las personas y comunidades, sus verdaderas necesidades y la fidelidad a la misión institucional.
QUEREMOS CAMINAR HACIA UNA EVANGELIZACIÓN:
Que sea capaz de conectar con los hombres y mujeres de hoy, con sus lenguajes y expresiones, y con sus búsquedas interiores más profundas. En la Escuela Católica esto nos desafía a asumir el pluralismo y la diversidad como una puerta abierta al encuentro, al diálogo y al cultivo de la fe.
Para que la evangelización sea significativa y potente, queremos asumir cuatro desafíos fundamentales:
Presentar a Jesús de Nazareth como Camino del despertar y del desarrollo espiritual: Se trata de "compartir a Jesús" y presentarlo para que otros puedan descubrirlo, hacer experiencia de su Amor y encontrarse en Él.
Creemos que Jesús de Nazareth, con su mirada de Amor Misericordioso, es capaz de abrir nuestros ojos a una nueva y preciosa experiencia de humanidad.
Desarrollar una nueva narrativa de la experiencia creyente, con un lenguaje potente y significativo, revisando y resignificando muchas de las formulaciones y maneras de como contamos a Dios para que aporten sentido al corazón humano, especialmente a los jóvenes en sus realidades. Con la certeza de que la fe contagia y nunca debe imponerse.
Armonizar identidad y pluralismo desde el diálogo: Los discípulos y discípulas de Jesús que formamos la Iglesia Católica, necesitamos ser nosotros mismos, ahondar en lo más genuino de nuestra identidad; y a la vez abrirnos a un diálogo interreligioso y pluricultural, que nos permita ofrecer nuestras riquezas y recibir riquezas de otros, maravillados más y más por ese amor inmenso que nos sostiene y nos une a todos.
Hacer camino comunitario: Cautivados por Jesús de Nazareth y su modo de anunciar y vivir el Reino e inspirados por Marcelino Champagnat y su sueño de fraternidad, decididamente queremos alentar la evangelización construyendo comunidad -y comunidades- de puertas abiertas, de lazos genuinos y transparentes, donde en la "mesa" siempre haya lugar para alguien más.
Comunidades donde haya lugares de participación, se escuchen las voces de niñas, niños y adolescentes y se generen espacios de encuentro para reflexionar, profundizar y celebrar la fe.